jueves, 4 de junio de 2009

EL ULTIMO LECTOR


Llegò cuando las pelusas de los platanos orientales todavia daban jugo en la calle Tenderini, Parecìa un anciano hippie, su caminar era lento como si flotarà, era alto y huesudo, de nariz chueca y aplastada, con ojos de un paisaje desolado pero brillante, un paño en un marco descalsificado del cual sè filtraba el humo de los innumerables cigarros que chupaban sus inexistentes dientes.
Usaba el tarot de Rider Waite su interpretaciòn era pausada de voz delgada, habia que dejar un rincòn para el pucho. La gente que lo consultaba eran en su gran mayoria mujeres jovenes con cierto aire burguès y que ademàs recresaban con todo clase de obsequios desde chocolates hasta un sombrero fieltro de ala ancha que rechazo con la mejor intenciòn de que sus canas no se las cubrirìa por nada.
Martin habìa dejado Buenos Aires en 1972 embarcandosè en un viaje rumbo a Italia. tambièn recorrio gran parte de latinoamerica(nunca volveria Argentina), no tubo hijos sanguinios, Tampoco escribio ningùn libro pero si recuerda haber dejado plantado un àrbol en una plaza en Praga.Tubo innumerables oficios pero siempre llevò en su equipaje libros, armaba y desarmaba bibliotecas, podia leer en Inglès, Francès, un poco de Portuguès y porsupuesto Tano. Leia como un monje que a ratos comtemplaba su propia montaña, La experiencia màs terrible fue una ceguera temporal que lo mantuvo sin leer casi todo un año, los medicos estaban convencidos de que se trataba de un problema del sistema nervioso causado por Crack, Estramonìo y Belladona. La primera vez que hablamos de libros con Martin fue a causa del " Doctor Zhivago" de Pastenak una ediciòn en ingles que lo tenia muerto de frio, que paisajes, que trenes, que historia-comentaba-. Era increible que despùes de tantos años aun conservaba el acento Porteño. Vivìa en la hospederìa de ancianos del Hogar de Cristo , donde podia disfrutar de una biblioteca austera y extinta de lectores, Martin y un joven llamado Felix eran los unicos roedores que recorrian sus estanterias, una vez por semana se topaban desenterrando algùn autor en el silencio que abrigaba una taza de leche y un pan con mortadela En las conversaciones acerca de quièn era el mejor escritor argentino Martin decìa que Roberto Arlt tenia una escritura muy lejos de la academia, manejaba un lenguaje lunfardo y fantàstico sin presedentes en la Argentina, asì què cuando le mostre los cuentos completos de Arlt en una ediciòn a cargo de Ricardo Piglia y Omar Borrè de Seix Barral , termino mostrandome su mejor diente. Fue uno de los primeros libros que le prestè ya que en los tres años que lo conocì se habia acabado la biblioteca del Hogar de Cristo o al menos los autores que le interesaban. Por aquellos dìas Yo estaba empesinado en robar libros asì que Martin se convirtìo en mi Crìtico literarìo se los entregaba para que los leyera, si era bueno la obra hurtada pasaba a la repisa personal si no iba a la ruma de libros vendibles (en momentos que la afluencia del Tarot fallara) , como todo trabajo en la calle dependiamos del dìa a dìa, hubieron muchas tardes que nos dedicabamos solo hablar de literatura. En los meses de invierno Martin aparecia solo los dìas de sol, el frio le atravesaba los huesos, se perdia por semanas habiamos pasado ya cuatro inviernos en la calle Tenderini hablando de libros y leyendo tarot,(en cualquiera de los casos siempre estaba leyendo), su salud empeoraba, la tos de perro lo desarmaba eran ataques feos, el medico le prohibio el tabaco pero para Martin era como si le cortaran la llave del oxigeno paso tres meses en una enfermerìa del Hogar.( nunca lo visite). Tiempo despuès lo vi caminando por calle Moneda con un cigarro en los labios y una mochila cargadas con libros a la que le sume "Confesiones de una mascara" de Yukio Mishima se notaba cansado, agradeciò el libro con un "que bueno, algo para leer", nunca màs lo volverìa a ver.






4 comentarios:

  1. Que buena, me alegro por ti y tus reconfortantes conversaciones con el sobreviviente estepario Martín, imagino que debe ser un tipo muy singular e interesante, quisiera que le dieras mis salud-os a tan intrigante Señor de las letras, espero toparme contigo algún día para que charlemos.
    Salud-os desde huracán existencial.

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  2. oye me suena huayat.... es como algo que tiene que ver consigo mismo.....gracias por las lineas y permitir tener a veterano hombre de las canas y el humo entre las hileras de los recuerdos presente ...un abrazo ....MINOS....

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  3. se evapora la existencia en medio de la luz ...la lluvia que aguante hasta degastar las soleras y tu sombra ala quietud del viento delichando olvido,,,,

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  4. tienta la suerte---lineas degastada profundizando la piel debastado de mudo sociego

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